Por| Tamara Medina
Comenzaba el año 2000, un nuevo siglo XXl y las expectativas de los queretanos, así como de millones de personas en el mundo eran de zozobra, mucho se decía que “el mundo se iba a terminar”
Para dar la bienvenida a ese año Querétaro se vistió de fiesta, en el centro de la ciudad hubo fiesta, bailes masivos, cantantes en los diferentes escenarios que pusieron en el primer cuadro de la ciudad, el gobierno repartía suvenirs para dar la bienvenida a una nueva era y los juegos pirotécnicos no dejaban de sonar y dejar ver en el cielo las luces multicolores que se unían a la algarabía queretana.
Pero en la primer semana de ese incipiente año 2000 una noticia extremecio a los queretanos que desde 1989 (caso Mijangos) no se había escuchado un crimen tan despiadado en la ciudad,
La mañana del 8 de Enero del año 2000 un terrible hallazgo por parte del personal municipal del servicio de limpia se percató que en una bolsa de basura, ubicada en las esquinas de las calles Venustiano Carranza y Manuel Altamirano, en el Centro Histórico, se encontraban los restos de una persona. De inmediato, dieron aviso a las autoridades correspondientes, quienes, al buscar en el mismo camión, encontraron el resto de las bolsas de plástico con las piezas que completaban el cuerpo de una joven hasta el momento desconocida.
Las investigaciones no se hicieron esperar y dos días después el misterio estaba resuelto.
Los detalles se dieron a conocer en los dos rotativos de ese entonces más importantes de la ciudad “Diario de Querétaro” y “Noticias” quienes llenaron sus planas de tan atroz crimen, la venta del periódico fue de tiraje completo; la sociedad queretana quería conocer los detalles de una acción poco vista en la demarcación.
Los detenidos eran Teotli Denith García, Enrique García Martínez, alias “Henry”, Francisco Olvera Escobedo, alias “Crazy”, y el entonces menor de edad, Ramsés Emmanuel González García, todos menores de edad a excepción de Francisco Olvera, fueron los cuatro victimarios confesos de Blanca Erika Zamora, una joven de tan sólo 14 años de edad, sanguinariamente asesinada la noche del 7 de enero del 2000.
En su declaración argumentaron a que la víctima era la líder del grupo “Los Darketos”, al que todos pertenecían. En él realizaban diversas actividades, entre las que destacaban las de tipo satánico y sexual.
En sus declaraciones, los cuatro involucrados coincidieron en el macabro relato de los hechos: festejaban el cumpleaños número 14 de Blanca, que en realidad se conmemoraba el día 4 de enero, pero prefirieron posponerlo para el viernes 7.
Los “amigos” de Blanca le habían preparado una “fiesta” en la casa de Enrique García Martínez, alias “Henry”, quien tenía su domicilio en la colonia Lomas del Cimatario.Ahí, mientras la cumpleañera se encontraba “en trance”, la pusieron de rodillas, le enredaron una cadena en el cuello y jalaron de ambos extremos. Mientras Blanca era torturada con la cadena al cuello, “Henry” le propinó varios golpes en diversas partes del cuerpo. La víctima dejó de respirar, lo que hizo pensar a “Los Darketos” que la adolescente “festejada” había muerto.
Al ver las consecuencias de sus actos, Francisco Olvera Escobedo tomó un cúter y una segueta, y comenzó a desmembrar el cuerpo de la infortunada; piernas, brazos, tronco y cabeza fueron depositados en tres bolsas negras de plástico, mismas que fueron distribuidas en tres puntos del Centro Histórico con la finalidad de evadir cualquier responsabilidad.
El escándalo no se hizo esperar muchos jóvenes conocían a los asesinos, era un Querétaro donde todavía muchos se ubicaban aunque fuera de vista además que los “Darketos” eran populares en el centro de la ciudad ya que generalmente se encontraban en el Museo de la Ciudad, el Museo Regional, en donde se llevaron a cabo diferentes eventos relacionados con el género musical, y el andador 5 de Mayo.
Además que uno de los integrantes Ramsés Emmanuel González García, era de conocida y acomodada familia queretana, muchos aseguraban que era pariente de un afamado político del momento, más nunca se supo de quien y si esto era verdad, lo que sí se supo fue que fue el primero en salir libre en el año 2005.
Después de este suceso la policía comenzó una “cacería de brujas” con todos los jóvenes vestidos de negro y con aspecto “satánico”
La gente temerosa evitaba pasar al lado o tener contacto con chicos con vestimentas obscuras.
Hoy en día solo dos personas siguen recluidas en el CERESO de San José El Alto y ellos son Teotli García y Francisco Olvera, a quienes les dieron una sentencia de 50 años en prisión y aún no llevan ni la mitad y aunque se sabe llevan buena conducta dentro del penal, la ley no les permitió acogerse al derecho de reducción de sentencia por la naturaleza del crimen.
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