Para nadie es un secreto que Querétaro es hogar de varios pueblos originarios como otomíes, pames y mazahuas.
Tal vez no hayamos escuchado mucho de algunos de estos pueblos pero todos hemos visto una pequeña muestra de su cultura y tradición a través de Lelé, la muñeca Hñähñú que en el 2019 le dio la vuelta al mundo con su simpática sonrisa y sus vistosos colores.
Hace ya más de un año, Gobierno del Estado, encabezado por Francisco Domínguez, explotó la imagen de la muñeca para posicionar el nombre de Querétaro a nivel mundial. Incluída la amplia oferta turística, cultural y gastronómica.
Continente tras continente, Lelé iba cumpliendo la misión que le fue encomendada: llevar el nombre de Querétaro por todo lo alto.
Es más, hasta el exitoso youtuber Luisito Comunica visitó Amealco a conocer el trabajo de las manos artesanas, originarias de San Ildefonso Tultepec y Santiago Mexquititlán del Municipio de Amealco de Bonfil en Querétaro, para luego llevársela a recorrer el mundo en sus famosos viajes.
Un año antes, el 18 de Abril del 2018 que la Muñeca Artesanal de Amealco, mejor conocida como muñeca de trapo Otomí, fue nombrada como patrimonio cultural; meses más tarde, el 11 de octubre de 2018, Amealco recibió el nombramiento de Pueblo Mágico.
Todo iba viento en popa para Lelé y los pueblos originarios de nuestro estado.
Pero, siempre hay un pero en la historia. El gobierno “embelleció” a muñeca y la usó como elastandarte de identidad, cultura y diversidad. Intentó (superficialmente) de “apoyar” a las artesanas y a los pueblos originarios, sin embargo, hasta el día de hoy, no hay una representatividad real de los pueblos originarios en la sociedad y política queretana. Siguen viviendo entre abusos, invisibilidad y marginación.
La misma sociedad ve a Lelé como un producto de la mercadotecnia y no como un símbolo cultural al cual debes respetar y no apropiar. Tomamos un símbolo como un producto de moda y nos apropiamos de él sin saber poco o casi nada de lo que hay detrás de una imagen, una tradición o una vestimenta.
El gobierno y la política siguen sin abrir espacios para una verdadera representatividad y los medios de comunicación, por ejemplo, seguimos subiendo notas de los pueblos originarios en las páginas de turismo o sociales. Basta con decir que este año es año electoral y hasta el momento no hay uno, sí un solo representante de los pueblos originarios para ocupar un puesto de elección popular.
Lenguas vivas, lenguas queretanas
Según los últimos datos del INEGI que datan del 2010, había 29 585 personas mayores de 5 años que hablan alguna lengua indígena, lo que representa 1% de la población de la entidad.
De cada 100 personas que declararon hablar alguna lengua indígena, 14 no hablan español.
Según las cifras de los Indicadores Socioeconómicos de los Pueblos Indígenas de México en el 2015, realizado por el INEGI, Querétaro contaba con una población indígena de 63,265 personas censadas. De los cuales, 55,529 eran derechohabientes de alguna institución de salud. El extinto Seguro Popular era la institución donde se concentraban más inscritos con 41,210 indígenas; lo que representaba el 74%
El 21% estaba afiliado al IMSS y el 4% al ISSSTE. Apenas el 1.9% manifestó tener acceso a servicios de salud privados.
Apenas llegó el 2020 y Lelé salió rápidamente de escena. El foco se movió bruscamente hacia la pandemia, esa que sigue cobrando vidas queretanas y que no nos ha dado tregua en ya casi un año. Sin embargo, hasta el día de hoy, no hay UNA sola estadística del número de contagios, defunciones y altas hospitalarias de covid-19 de los pueblos originarios.
No hay datos para saber dónde se están atendiendo, quén está viendo por ellos, quién les da la información en su lengua materna y qué apoyos están recibiendo. Ni gobierno informa, ni sociedad pregunta ni los medios exhiben. Lelé pasó de moda.
¿Dónde se encuentran nuestros indígenas queretanos?
En el Estado de Querétaro, se localizan los grupos indígenas hñähñü u otomíes y pames, con sus áreas geográficas definidas y sus variantes socioculturales.
Las dos regiones otomíes se localizan: La primera, hacia el sur, en el altiplano, dentro del municipio de Amealco. Según el Instituto Nacional Indigenista (INI; 1995), este municipio cuenta con 32 comunidades; en cambio, la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Querétaro (1999) sólo contempla 30 localidades en cuatro microregiones (San Ildefonso Tultepec, San Miguel Tlaxcaltepec, Santiago Mexquititlán y
Chitejé de la Cruz).
La otra región otomí se localiza en el semidesierto central, el INI (1995) contempla 71 localidades, y la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Querétaro (1999) sólo 42 localidades, en seis microregiones en los municipios de Tolimán (San Miguel, Tolimán, San Pablo, Casa Blanca y Carrizalillo), Cadereyta (Sombrerete) y Ezequiel Montes (Villa Progreso).
La región Pame se localiza en los municipios de Jalpan y Arroyo Seco, en la Sierra Gorda; cuenta con siete localidades según el INI (1995) pero, la Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Querétaro (1999) registra 15 comunidades, en dos microrregiones (Tancoyol y Valle Verde).
Fuentes de información:
http://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/queret/poblacion/diversidad.aspx?tema=me&e=22
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